Hay veces que los motores se revolucionan, y se revolucionan tanto que no dejan escuchar a las personas, personas que hacen años, muchos, que se conocen. Con el ruido los mensajes se entienden mal y la información se pierde o se distorsiona y de la falta de información no sale nada bueno. Por eso a veces es bueno apagar los motores y escuchar y a esta actividad cada vez más en desuso hemos dedicado la mañana, sin ruido, a escuchar a las personas, a los amigos.
Bueno, una vez aclarado donde vamos y algún desencuentro es el momento de poner un vídeo de rudos motoristas, algo de lo que hacemos todos los días para ir a la compra:
Por cierto, este blog permanecerá
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