Allí vamos después de mucho tiempo, junto al desvío de Porreres.
Finalmente nos reunimos en un nuestra comida de navidad rezumante de colesterol, pocos, pero bien avenidos según las fotos, cortesía de nuestro reportero gráfico habitual y maestro de ceremonias eventual, Tolo:
Una reunión cordial que sin embargo se vio enturbiada por un pequeño incidente, un invitado que vino al principio y desapareció sin pagar: